La canasta o corona navideña es una de las decoraciones más tradicionales para las celebraciones de Año Nuevo y Navidad. Con el tiempo se ha convertido en una decoración habitual, adaptada a los diferentes gustos y estilos. Pero esta corona tiene un significado más profundo de lo que se cree. Aquí te contamos todo sobre la corona navideña.
La corona navideña no es una costumbre sacada de las películas de Hollywood y en realidad tiene diferentes significados en diferentes culturas y religiones. Como señala la Enciclopedia Británica, la corona de Navidad tiene su origen en la antigua Roma y formaba parte de la celebración del Año Nuevo. Era un regalo muy común porque su forma redonda representaba esperanza, abundancia y buenos deseos.
Originalmente la llamaron Strenae en honor a Strenia, la diosa de la salud. Para los romanos, la forma del anillo significaba la esperanza de que la salud reinara en el hogar durante todo el año. También representaba autoridad y se usaba como símbolo de alegría y celebración antes de la victoria en la batalla.
Los romanos también la incluían en sus ceremonias religiosas e incluso enterraban a los muertos con una corona, para darles fuerza en el más allá.
Con el tiempo, esta corona adquirió otros significados, la mayoría de carácter religioso. Su significado en la religión cristiano-católica es diferente, la corona es una forma redonda, un patrón geométrico perfecto sin principio ni fin, imitando la eternidad de Dios, la inmortalidad del alma y la vida eterna. El material de la corona debe ser verde porque está asociado con la esperanza.
¿Qué significan los elementos de la corona navideña?
Laurel: simboliza la superación del dolor y el sufrimiento
Conos: nacimiento y renacimiento
Ramas de abeto o pino: simbolizan la vida eterna, la vida y el crecimiento
Acebo y cintas rojas: la sangre de Cristo
¿Por qué están en la puerta?
Para muchos es solo una decoración que se ve bien en la entrada, pero para otros tiene un poderoso significado espiritual porque muestra que estás invitando al espíritu de Cristo a tu casa.
Y tú, ¿decoras con la corona navideña?
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