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Como suele ser tradición, María Celeste Arrarás despidió el año en uno de sus rincones predilectos para esta temporada: Aspen.
El marco que lo rodea es una auténtica postal navideña que hace vivir estas fiestas como realmente ameritan, entre naturaleza y nieve.
Ya en la etapa final de su estancia, la periodista ha compartido el espectacular rincón donde se ha hospedado y las vistas con las que se ha despertado cada mañana, una invitación diaria a la felicidad y a la paz.
Un bosque bañado de nieve y un silencio necesario son tan solo algunos de los encantos de este lugar, un remanso de paz cuya residencia invita al descanso, la desconexión y, por qué no, también al amor al arte.
Desde sus historias de Instagram, María Celeste mostraba lo que veía a través de su ventana, una auténtica diapositiva navideña que haría las delicias de cualquier testigo presente.
También abrió las puertas del lugar donde se ha hospedado todos estos días, una residencia que rebosa cultura y en la que, a juzgar por las imágenes, se respira arte, buen gusto y también calor de hogar.
«Agradecida», escribía en sus últimos momentos de estancia en este lugar.
Con una chimenea en el corazón de la sala para calentar el espacio y unas vistas de película, la puertorriqueña ha despedido el 2022.
El nuevo año no ha podido empezar en mejor lugar y de mejor manera pues, su hija Lara acaba de cumplir 21 años, su mayor regalo y orgullo. La situación perfecta para arrancar el 2023, ¡felicidades!